Informe Cambiando la tendencia de 2020
Nuestro nuevo informe de investigación determina que la mitad de los países estudiados (67 de 129 países), donde residen 2,1 mil millones de niñas y mujeres, no alcanzarán ninguna de las cinco metas de igualdad de género claves antes de 2030 si continúan con el ritmo actual. El informe cubre: acceso a la anticoncepción, educación de las niñas, liderazgo político, leyes de igualdad en el lugar de trabajo y seguridad. Sin embargo, el informe también determina que si todos los países alcanzaran el ritmo de los países que se mueven con rapidez durante la próxima década, casi tres cuartas partes de las niñas y las mujeres del mundo podrían vivir en países que podrían alcanzar cuatro o incluso las cinco metas de igualdad de género para el año 2030.
Hallazgos fundamentales
El análisis muestra, de manera abrumadora, que debemos alcanzar el ritmo de progreso para las niñas y las mujeres, y algunos países demuestran que un cambio rápido es posible. A nivel global, cada cuestión tiene una tendencia en la dirección correcta; pero con un examen más profundo, podemos ver que ese progreso no se puede dar por hecho. Algunos países están estancados o incluso están retrocediendo en cuestiones clave. Y en el ámbito global, ni siquiera estamos cerca de encaminarnos para alcanzar estas cinco metas clave de igualdad de género para 2030. El análisis determina lo siguiente:
- Los países no se están moviendo con suficiente rapidez: con los índices de progreso actuales, ningún país va a lograr las cinco o siquiera cuatro de las cinco metas para el plazo máximo de los ODS. Solo 24 países lograrán dos o tres de las cinco metas y 38 países lograrán solo una de las metas de igualdad de género para 2030. Un total de 67 países (el 52 por ciento) no logrará ninguna de las cinco metas para 2030 (véase la figura 1). Sin embargo, si todos los países alcanzaran el ritmo de los países que se mueven con rapidez, casi todos los países estudiados (123 de 129) lograrían al menos dos metas.
- Varios países con altos ingresos se están estancando o incluso están presentando retrocesos en el progreso con respecto a algunas cuestiones: aunque los países con altos ingresos tienden a tener niveles más altos de igualdad de género en general (véase la figura 3), varios de esos países más ricos han estado moviéndose a un ritmo muy lento o incluso en una dirección equivocada con respecto a las cuestiones estudiadas. Por ejemplo, Serbia y Japón tuvieron una reducción del acceso a la planificación familiar durante las últimas dos décadas.
- El progreso es evidente, pero no siempre es continuo: por ejemplo, el ritmo de cambio en la representación de las mujeres en funciones ministeriales creció globalmente más rápido de 2000 a 2008, pero la velocidad del avance se ha reducido desde 2008. Ciertos países de América del Norte y Europa que tenían la proporción más alta de ministras mujeres en 2001 (que ocupaban al menos un 20 por ciento de las funciones en el gabinete) han presentado índices de progreso hacia la paridad más lentos que la región en general. Es posible que nos estemos moviendo en la dirección correcta, pero la velocidad no es suficiente y carece de continuidad.
- Si examinamos cuestión por cuestión, hay países que han hecho un progreso rápido hacia la igualdad de género durante los últimos 10 a 20 años: por ejemplo, varios países (incluidos Ghana, Angola, Belice y Vietnam, entre otros) han estado aumentando el número de niñas que completan la escuela secundaria en más de un diez por ciento por año desde aproximadamente el 2000.
- Los factores que contribuyen al progreso rápido varían según la cuestión y el país, pero los temas comunes incluyen la priorización y el compromiso del gobierno, la inversión coordinada, la implementación de políticas enfocadas en la igualdad, incluidas las cuotas, y la influencia de los defensores y las defensoras y las personas comprometidas con la igualdad de género (incluidos los movimientos feministas). Una investigación sistemática de los factores detrás de los países que se mueven con rapidez con respecto a cada cuestión está fuera del alcance de este estudio, pero representa un ángulo importante para una investigación futura.
- Se requieren esfuerzos renovados para llegar a las personas más vulnerables: las niñas y las mujeres que enfrentan formas transversales de discriminación tienen mayor posibilidad de quedarse atrás, incluso cuando haya progreso para las niñas y las mujeres en general. Por ejemplo, aunque la violencia contra las niñas y las mujeres sigue siendo generalizada a nivel global, algunos grupos se ven afectados más intensamente: en los Estados Unidos, las mujeres “nativas americanas y nativas de Alaska” sufren índices más altos de violencia de género que cualquier otro grupo; las mujeres de “Primeras Naciones e inuit” en Canadá enfrentan tres veces más violencia que las mujeres no nativas.
- Todavía hay esperanza: algunos países, en todas las regiones del mundo, ya se están moviendo con un ritmo acelerado con respecto a una o más de las cinco cuestiones clave de igualdad de género estudiadas. Aplanar la Curva provee un punto de partida para una evaluación más profunda de cómo puede acelerarse el cambio para las niñas y las mujeres y cómo se pueden repetir historias de éxito con el fin de aplanar la curva y llegar a la igualdad de género para 2030.
Hallazgos fundamentales por cuestión
Se requiere una aceleración significativa a nivel global en todas las cuestiones de igualdad de género estudiadas, pero la meta final está más cerca en algunas cuestiones que en otras:
- El progreso en el acceso a la planificación familiar debe acelerarse globalmente tres veces más para lograr la meta antes de 2030. Esto daría lugar a que más de 400 millones más niñas y mujeres tuvieran acceso a la anticoncepción para planificar su maternidad, si el ritmo actual continuara así hasta 2030.
- Además, el mundo debe moverse tres veces más rápido que durante los últimos 10 a 15 años para garantizar que todas las niñas completen la escuela secundaria antes de 2030. 85 millones más niñas completarían la escuela secundaria antes de 2030 si los países se movieran a ese ritmo acelerado, no con el actual.
- Apenas el 23 por ciento de los puestos de ministerios de gobierno a nivel global está ocupado por mujeres y 77 millones de niñas y mujeres viven en países que no tienen ni un solo ministerio ocupado por una mujer. Más de 650 millones de niñas y mujeres en 64 países nunca han tenido una jefa de Estado o de gobierno elegida o postulada. Se ha reducido la velocidad del progreso con respecto a esta cuestión en los últimos años y 40 países han retrocedido desde 2001.
- Debe acelerarse el progreso casi dos veces para garantizar que las mujeres tengan una representación igualitaria en los puestos políticos de más poder antes de 2030.
- En 2009, apenas 16 países (todos en Europa y América del Norte) recibieron un puntaje máximo de 100 (con base en datos del Banco Mundial) por sus leyes de igualdad en el lugar de trabajo. Para 2020, esta cifra más que se duplicó a 36 países (se extendió a cuatro regiones). Necesitamos que 93 países lleven sus leyes a este nivel para 2030 con el fin de cumplir con la meta a nivel global (una aceleración de más del doble en el ritmo). Los cambios en las leyes para los lugares de trabajo en la última década han significado que 215 millones más de mujeres ahora tengan derecho, en principio, a más de 14 semanas de licencia por maternidad remunerada, entre otros beneficios.
- Casi la mitad de las mujeres del mundo no se sienten seguras si caminan de noche, esta cifra apenas ha cambiado desde 2006. De hecho, las percepciones de seguridad empeoraron en casi la mitad de los países estudiados entre 2006 y 2018. Con el índice de progreso actual, no lograríamos la meta de que todas las niñas y las mujeres digan que se sienten seguras si caminan de noche hasta el año 2179, es decir, dentro de más de seis generaciones. Debe acelerarse el progreso casi 13 veces (la mayor aceleración necesaria en las cinco cuestiones estudiadas) para garantizar que antes de 2030 todas las niñas y las mujeres reporten sentirse seguras.