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Por una agenda de datos de género que mida correctamente el cuidado

Por Gabrielle Leite, analista de Datos de Equal Measures 2030, y Ankita Panda, oficial de programa sénior de Asia Foundation en temas de empoderamiento de las mujeres e igualdad de género.

Una economía de cuidado feminista exige una agenda de datos de género que reconozca, reduzca, redistribuya, recompense y represente el trabajo de cuidado no remunerado, las 5 R de la agenda de género. Según un resumen de políticas elaborado por Data2x, “al recolectar, analizar y usar datos de género en las 5R de cuidado, los gobiernos pueden generar una economía feminista de cuidado basada en la evidencia, e impulsar cambios duraderos para mujeres, niñas y quienes brindan y reciben cuidado en todo el mundo”.

Sin embargo, los datos sobre las necesidades de las personas trabajadoras, financiamiento, políticas y sus impactos son, desafortunadamente, escasos y están fragmentados. Un documento técnico de la Asia Foundation reveló que la mayoría de los datos que existen se centran en el trabajo de cuidado remunerado, mientras que los datos sobre el trabajo de cuidado no remunerado o el cuidado en el sector informal, a menudo, están subregistrados y no figuran en las estadísticas oficiales.

Por ejemplo, 21 de 58 países en Asia Pacífico tienen solo un punto de datos para medir el cuidado no remunerado. Además, las normas de género impregnan el campo del cuidado y lo consideran un trabajo reservado para las mujeres, en especial en la región de Asia Pacífico. Esto puede dar lugar a un registro insuficiente y a más invisibilidad en las estadísticas oficiales, ya que el cuidado puede ser tratado como “una tarea del amor.”

Para su Índice de Género de los ODS, EM2030 también tuvo dificultades para identificar indicadores globales que registraran la economía del cuidado. La falta de datos sobre temas como el uso del tiempo en tareas de cuidado entre las distintas personas integrantes de un hogar, el empleo formal e informal en la economía del cuidado, y la provisión de cuidado y los costos asociados es un impedimento para garantizar políticas verdaderamente conscientes y eficaces en cuestiones de género. Esto también representa una barrera para medir el ODS 5 de forma precisa.

El contexto de Asia Pacífico

En Asia y el Pacífico, las mujeres se ocupan del 80% del trabajo de cuidado no remunerado. “Esto no es solo un contexto desigual, sino que es el más desigual del mundo”. Las mujeres de la región son las que históricamente han tenido la jornada laboral más larga con respecto a otras partes del mundo, y más de la mitad de dicha jornada está destinada a tareas de trabajo no remunerado.

Las regiones de Asia y Pacífico son extremadamente diversas en términos de la renta, las culturas, la infraestructura, la estructura de gobernanza y los niveles de desarrollo con los que cuentan. Estas diferencias implican que los países de las regiones tengan que lidiar con distintos tipos y retos relacionados con esta tarea.

Por ejemplo, los países de renta alta como Japón y Corea del Sur son considerados lugares con poblaciones con un envejecimiento rápido y tasas de fecundidad bajas. Esto les permite invertir más en cuidado para personas adultas mayores en comparación con sus vecinos de renta media y baja como la India y Bangladesh. Estos últimos dos países tienen una gran población joven, y los esfuerzos de inversión se centran en cuidado infantil, y, por eso, son de mayor escala.

El documento técnico de la fundación también reveló que las islas del Pacífico van rezagadas con respecto a otros países de la región en términos de infraestructura y políticas de cuidado y disponibilidad de datos. Se necesita más investigación en aquellos países para poder cerrar esta brecha. Actualmente, la oficina de las islas del Pacífico de la Asia Foundation está terminando una investigación que brindará una descripción detallada del estado de la economía del cuidado en esta región, especialmente en relación con los trayectos y las tendencias de la migración de cuidado.

Dar respuesta a la brecha en los datos de cuidado

Sin datos cuantitativos, cualitativos y participativos, que sean inclusivos y accesibles, no se pueden diseñar políticas y sistemas de cuidado. Estas políticas son vitales para la promoción del bienestar de las niñeces, las mujeres, los hogares y las sociedades, el funcionamiento de la economía y la concreción de la igualdad de género en los ODS.

Dar respuesta a las brechas en los datos de género requiere la inversión en investigación más sólida y rigurosa, y una estandarización de los datos de cuidado. Algunas de las recomendaciones incluidas en el documento técnico de Asia Foundation son las siguientes:

  • Priorizar e investir en datos sobre el cuidado: Los gobiernos deberían destinar suficientes recursos en sus presupuestos para la recolección de datos y su análisis.
  • Estandarizar definiciones y los métodos de medición: Establecer definiciones claras y estandarizadas del trabajo de cuidado; esto incluye tanto el cuidado remunerado como el no remunerado. Desarrollar métodos de medición uniforme y métricas para asegurar la coherencia en la recolección de datos.
  • Mejorar la recolección de datos para incluir mediciones de trabajo remunerado y no remunerado en las estadísticas nacionales: Esto puede incluir la elaboración de más análisis del costo-beneficio de las inversiones y evaluaciones de impacto de las políticas y los programas de cuidado.
  • Indagar mediante encuestas sobre el uso del tiempo: Hacer y promover encuestas sobre el uso del tiempo para captar la cantidad de tiempo que las personas cuidadoras destinan al trabajo de cuidado no remunerado.
  • Recabar datos con perspectiva de género: Garantizar que la recolecta de datos sea con perspectiva de género y se reconozca la carga desproporcionada del trabajo de cuidado que recae sobre las mujeres y permita un análisis interseccional. Esto incluye la recolección de datos desagregados por género sobre responsabilidades de cuidado, además de las múltiples dimensiones y características que deben considerarse, como edad, ubicación geográfica, raza, discapacidad, estado migratorio, entre otras. 
  • Recolectar datos sobre personas trabajadoras migrantes e informales: Mejorar los métodos de recolección de datos sobre personas trabajadoras migrantes e informales que tal vez no tengan protección laboral adecuada. Esto incluye el seguimiento de sus condiciones y compensaciones laborales.


Los datos confiables que capturan tanto la oferta como la demanda pueden ayudar a los gobiernos a tomar decisiones sobre qué cosas priorizar, dónde hacer inversiones, a quiénes incluir, y cómo destinar recursos de forma más eficiente y eficaz, en particular, para que el trabajo de cuidado se haga más visible.

En palabras de la académica y activista Silvia Federici, “No se pueden hacer buenas políticas si el sector más grande la economía de nuestro país no es visible, [ya que] no se puede presumir que se sabe qué lugar están las necesidades”. Lograr la igualdad de género para todas las mujeres y niñas en todas partes y tener una sociedad del cuidado que valore y preste atención a todas las personas exige tener una agenda de datos feministas que visibilice el trabajo del cuidado.


Esta serie de publicaciones de Equal Measures 2030, en colaboración con otras organizaciones feministas, tiene el fin de generar conciencia sobre el primer Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo propuesto por Naciones Unidas y arrojar luz sobre la importancia del trabajo y la economía de cuidado y la acuciante necesidad de tener datos precisos e inclusivos.

Lea los otros blogs de la serie:

Reconocer la economía del cuidado no remunerado para un futuro con igualdad de género 

¿Por qué la crisis del cuidado es una agenda feminista?  

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