Día del Niño Africano: “Debemos velar por que se respeten los derechos de los niños burkineses”
Escrito por Wendyam Micheline Kaboré, Directora Ejecutiva de la IPBF
Burkina Faso es un país francófono de África Occidental con más de 20 millones de habitantes, de los que el 51,7% son mujeres y el 48,3% hombres. Esta población predominantemente joven se distribuye de la siguiente manera: los menores de 15 años representan el 45,3%, mientras que el 64,2% de la población es menor de 24 años y el 77,9% es menor de 35 años.
Con ocasión del Día del Niño Africano, la IPBF aprovecha esta oportunidad para hacer un enérgico llamamiento a los movimientos internacionales de derechos humanos, los actores del desarrollo y los líderes burkineses.
El impacto de la crisis de seguridad que acontece en Burkina Faso desde 2015, combinado con la crisis sanitaria y alimentaria, ha obligado a millones de personas, especialmente mujeres, niñas y niños, a abandonar sus hogares. Estos desplazados internos se encuentran en situaciones muy críticas en los lugares de acogida, y en especial se enfrentan a dificultades diversas. Aparte de tener que satisfacer las necesidades básicas de supervivencia, las personas más vulnerables, sobre todo las mujeres, los niños, y especialmente las niñas, se enfrentan a otras dificultades: abandono escolar, matrimonios forzados, violencia doméstica, etc.
Además de la seguridad, las principales esferas de interés son la educación y la sanidad. Ciertamente, observamos con impotencia el aumento del trabajo infantil: tanto niñas como niños son explotados en yacimientos de minas artesanales. Por otra parte, además de las enfermedades que pueden contraer, estos niños y niñas están expuestos a la violencia en todas sus formas. Y cuando no van a trabajar a estas minas artesanales, la mayoría de las niñas se desplazan a las grandes ciudades en busca de trabajo. Allí son confiadas a familias o establecimientos comerciales donde se despachan bebidas. Por esta razón, estas menores están expuestas al mundo de las relaciones sexuales, el consumo de drogas y la violencia física desde una edad temprana.
Además del trabajo infantil, las niñas son víctimas de lacras que parecían haber disminuido gracias a su escolarización. Estas lacras son la mutilación genital, los matrimonios precoces y, especialmente, la violencia sexual y machista. Las violaciones, las muertes debidas a los malos tratos o la estigmatización de por vida marcan la vida de miles de niños y niñas. Las estadísticas recopiladas por el Consejo Nacional de Socorro de Emergencia y Rehabilitación (CONASUR), a fecha de 31 de octubre de 2021, indican cifras de 1.481.701 de desplazados internos, incluidos 906.963 niños y niñas y 333.244 mujeres.
Todos los niños tienen derecho a la educación, a la salud y a una vida plena, y el respeto de los derechos del niño es responsabilidad de todas las sociedades y de todos los pueblos. Por ello, Burkina Faso ratificó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño el 23 de julio de 1990. Cabe señalar también que Burkina Faso reconoce en su Constitución el derecho a la salud y a la protección de la infancia.
Así pues, invitamos a los socios técnicos y financieros, a los actores del desarrollo y especialmente a nuestros líderes a que se comprometan y tomen medidas adicionales para asegurar una protección adecuada de los niños y las niñas de Burkina Faso. Hemos ratificado los textos pertinentes y debemos garantizar que se respeten los derechos de los niños burkineses.
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