Narración de historias con datos de género: las personas becarias nos cuentan los aspectos destacados de la iniciativa
A principios de este año, lanzamos la Beca de Narración de Historias con Datos de Género con el objetivo de cerrar la brecha entre los datos y la acción, y ayudar a las personas defensoras, periodistas y agentes de cambio a transformar estadísticas en historias que generen responsabilidad e impulsen el progreso hacia la igualdad de género.
En Equal Measures 2030, creemos que los datos tienen el poder de exponer la desigualdad y despertar el cambio. Pero los datos por sí solos no son suficientes. Se vuelven transformadores solo cuando las personas más cercanas a los problemas pueden interpretarlos, humanizarlos y usarlos para exigir mejoras.
A través de una serie de talleres sobre el Índice de Género de los ODS, la visualización de datos, los formatos de narración y el uso de evidencia para dar forma a políticas, nuestra cohorte 2025 aprendió a hacer exactamente eso. Durante seis meses, personas becarias de África, Asia y América Latina convirtieron datos de género a nivel mundial en herramientas de incidencia local. Crearon blogs, videos con informes de políticas, tiras cómicas e infografías.
“Esta beca me mostró que la invisibilidad es política, pero se puede contrarrestar. La combinación de datos y narración de historias me dio la confianza y las herramientas para promover la defensa de las mujeres y las niñas de manera más efectiva”.
Los resultados hablan por sí mismos.
- El 100% de las personas becarias dijeron que ahora se sienten más seguras para usar datos de género en su narración.
- El 100% dijo que su acceso a datos de género, herramientas y análisis mejoró.
- Las personas becarias ahora usan regularmente el Índice de Género de los ODS, conjuntos de datos de las Naciones Unidas, encuestas demográficas y de salud y estudios nacionales de salud familiar, y herramientas como Flourish y Tableau para mostrar estos datos.
“Lo más valioso que obtuve fue la capacidad de transformar datos de género en historias convincentes que impulsan la incidencia y la acción. No solo me dio habilidades técnicas, sino también la confianza para usar la evidencia como una voz para las mujeres y las niñas”.
Para algunas personas, el trabajo que pudieron lograr con esta beca representó quitar el manto que oculta las desigualdades detrás de los promedios nacionales; para otras, significó revelar cómo el progreso en informes no siempre se traduce en progreso real en la vida de las mujeres.
Cada historia, fundamentada en evidencia y contada a través de una lente feminista, nos recuerda que los datos nunca son neutrales. Los datos reflejan quiénes cuentan, quiénes faltan y qué realidades se consideran dignas de medir.
Este es un panorama de las historias que las personas becarias crearon y cómo usan datos para impulsar la acción:
Agnes Angule, Kenya

Agnes produjo un proyecto multimedia para poner el foco en la exclusión y el aislamiento de las mujeres y niñas refugiadas que carecen de acceso a internet y a la esfera digital. Como escribe en su artículo, “cuando no tienes acceso a la vida en línea, no solo te pierdes lo que pasa en redes sociales, sino que pierdes acceso a lo que pasa en la escuela, a información de salud, a vacantes laborales e incluso a tener una voz en tu propia comunidad”. Agnes apoyó este artículo con un corto documental, fragmentos de audio e infografías para asegurar que se pudiera llegar a una audiencia amplia.
Amir Muhammad, Nigeria
¿Sabías que las mujeres ocupan solo el 4% de los escaños de la 10.ª Asamblea de Nigeria? A través del análisis de datos sobre representación política, Amir argumenta a favor del cupo de género en el Parlamento de Nigeria. A través de experiencias de vida real, narrativas basadas en datos y estudios de caso positivos de Rwanda, Senegal y Sudáfrica, este proyecto destaca tanto los problemas como las soluciones para la representación política a cargo de las mujeres. “Los datos de género le dieron a mi historia el poder de pasar de la indignación a la defensa: un número impactante se convirtió en un llamado a la reforma”.

Frida Alejandra Ibarra Zavaleta, Mexico

El artículo de Frida, publicado en el sitio Global Voices, explora los desafíos y oportunidades para la educación de las niñas y la inclusión digital en la zona rural de Chiapas, México, donde la pobreza, la desigualdad de género y el acceso limitado a internet limitan oportunidades. Sobre la base de la experiencia personal de su familia a lo largo de tres generaciones, Frida destaca cómo las iniciativas como Tecnolochicas y programas STEM en lenguas indígenas empoderan a las niñas para adquirir habilidades, confianza y oportunidades de liderazgo sin dejar de preservar su herencia cultural. Si bien esta pieza se centra en las historias individuales, la becaria también tenía como objetivo escribir un ensayo académico más largo que examine la invisibilidad de las mujeres en los datos mexicanos y rastree las causas de esta invisibilidad hasta el colonialismo; las dimensiones políticas de la recolección de datos y los impactos en la igualdad.
“La representación importa, pero sin un acceso real a la salud y los derechos, se convierte en una ilusión de progreso. Los datos de género me dieron la evidencia para exponer esta paradoja en Perú y para llamar a la acción que va más allá de las apariencias”.
Grecia Alessandra Flores Hinostroza, Perú
Como fundadora de WISE (Mujeres para los Estudios Internacionales y la Igualdad), Grecia lanzó HerStory Unheard, una iniciativa de narración que amplifica las voces subrepresentadas en la igualdad de género. Su trabajo continuó con un poderoso artículo publicado en Global Voices que interroga la brecha entre la política y la implementación. Grecia cuestiona si la representación de las mujeres en la política derrama hasta mejorar la vida de las mujeres y niñas más marginadas en Perú. Esto se refuerza con una carta abierta a las personas responsables de formular políticas, en la que exige medidas y garantías de que las políticas tengan efectos en las realidades que viven las mujeres y las niñas.

Mahpara Zulqadar, Pakistán

¿Por qué las niñas en el sur de Punjab, Pakistán, todavía se casan antes de los 15 años, a pesar de las leyes destinadas a protegerlas? En este poderoso artículo, Mahpara entrelaza la historia de Zunaira, de 14 años, con las voces de padres, maestros y líderes religiosos para exponer las fuerzas sociales, económicas y culturales profundamente arraigadas que sostienen el matrimonio infantil. Sobre la base de los datos de género y el cambiante panorama jurídico de Pakistán, su artículo revela la brecha entre la política y la práctica, y la urgente necesidad de combinar la reforma legal con el compromiso comunitario, la educación y el apoyo económico. Mahpara apoyó este artículo —publicado en Global Voices— con una campaña en redes sociales destinada a atraer a audiencias más jóvenes a través de las redes sociales.
Shaunei Gerber, Sudáfrica
Shaunei dirige la oficina de Marketing y Comunicaciones en FuturElect, una organización diseñada para aumentar la participación de mujeres y jóvenes de África en el gobierno de sus países. Para apoyar este trabajo, Shaunei desarrolló un proyecto multimedia que consiste en un artículo, una infografía de una página, una campaña en redes sociales y un video dirigido a una multitud de audiencias. Su proyecto revela que, pese a los compromisos mundiales con la paridad de género en la política para 2030, Ghana no estará en camino de alcanzar la representación equitativa en el gobierno sino hasta 2090. Shaunei aporta un análisis regional para revelar los problemas y las posibles soluciones disponibles para Ghana.

Thiripurasundari Thiyagarajan, India

Thiripurasundari usa el formato de video para contar la historia de Deepa, una niña de la zona rural Tamil Nadu, que se vio obligada a abandonar la escuela después de la pubertad debido a normas culturales y conceptos erróneos sobre la menstruación. Decidida a continuar su educación, aprendió del personal de salud acerca de su cuerpo y sus derechos, lo que le dio la confianza para desmantelar estos mitos. Con valentía, convenció a sus padres y abuelos para que le permitieran continuar con sus estudios, y demostró así que la conciencia y la educación pueden derribar obstáculos para las niñas. Thiripurasundari combinó esta narrativa centrada en una historia real y humana con un informe de políticas sobre Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR) dirigidos a las personas responsables de formular políticas con los datos y la evidencia que necesitan para concretar políticas de SDSR para niñas y adolescentes, particularmente aquellas de comunidades rurales y marginadas.
Yarely Madrid, Honduras
En su artículo “Mujeres que Sostienen el País Sin Garantías”, Yarely destaca la resiliencia y el liderazgo de las mujeres indígenas en Honduras que sostienen a sus comunidades a pesar del abandono sistémico. A través de las poderosas historias de Mercedes, Marta y Mirna —una mujer lenca, una tolupán y otra misquita— Yarely expone cómo la desigualdad persiste a través de generaciones en educación, salud y seguridad, mientras entrelaza datos de género del Índice de Género de los ODS y estudios nacionales para mostrar las duras realidades detrás de los números. El artículo, acompañado de impactantes infografías en redes sociales, ilustra que mientras Honduras se encuentra entre los más bajos a nivel mundial en indicadores como acceso a agua limpia y más altos en violencia, son las mujeres—sin derechos ni garantías—quienes mantienen vivas a sus comunidades.

Es inconmensurable el orgullo que sentimos por lo que las personas becarias han logrado con estas historias. Durante seis meses, aprendieron a conectar datos con historias humanas de maneras que vinculan la evidencia global con realidades locales, y a convertir información en ideas convincentes que pueden impulsar el cambio.
Como señala una persona becaria, “Aprendí a contar historias con una perspectiva interseccional y decolonial, y me aseguré de que las voces de personas que a menudo son excluidas sean respetadas y puestas en el centro de la conversación”. Otra persona reflexionó que la experiencia “reafirmó la convicción de que los datos se vuelven significativos solo cuando se conectan con realidades vividas y se usan para impulsar el cambio”.
Para muchos, la beca construyó nueva confianza y propósito. “Me enseñó que los datos pueden usarse no solo para análisis, sino también para defensa y cambio social”, notó una persona becaria. “Lo más importante es que profundizó mi confianza para usar los datos como una voz para las mujeres y las niñas”.
Aunque la beca ha llegado a su fin, el trabajo por un futuro con igualdad de género continúa. Las personas becarias ya aplican las habilidades que han aprendido, usan datos de género para incidir en un liderazgo inclusivo en las elecciones locales en Nigeria, avanzan en la investigación sobre el femicidio en Pakistán, fortalecen los sistemas de monitoreo y evaluación en todos los programas, y dan forma a la defensa sensible al género a través de iniciativas lideradas por jóvenes. Otras personas están dando sus próximos pasos en la academia. Por ejemplo, una persona becaria estudia una maestría en Ciencia de Datos a través de la Beca Mujeres en STEM del British Council, decidida a avanzar en la igualdad de género con una perspectiva decolonial.
Este grupo de personas demuestra que, cuando los datos están respaldados por las historias de aquellos más cercanos a la lucha por la igualdad, se convierten en un catalizador para la justicia y la rendición de cuentas, y transforman no solo cómo se cuentan las historias, sino cómo se produce el cambio.